Carrito de compra
Su carrito actualmente está vacío.
Seguir comprandoLos ajolotes, criaturas fascinantes y enigmáticas, son mucho más que simples habitantes de los lagos mexicanos. Cada uno de ellos tiene una historia que contar, un significado profundo que conecta con la cultura y las tradiciones de México. En esta primera temporada, exploramos a seis ajolotes únicos, cada uno con un papel especial en el universo que habitan.
Axi representa el vínculo entre la vida y la muerte, inspirado por el dios Xólotl, quien adoptaba la forma de un ajolote para guiar a las almas al Mictlán. Durante el Día de Muertos, Axi luce un diseño de esqueleto y lleva un pan de muerto en sus manos, recordando la unión de los vivos y los muertos. Este ajolote recorre los altares, asegurándose de que las ofrendas estén listas para las almas que regresan, simbolizando que incluso en la muerte, hay vida y transformación.
En un rincón mágico de México vive Noshe, un ajolote con un diseño especial de flores de nochebuena en su piel. Su vibrante color rojo simboliza la pasión y el amor, mientras que el verde representa la vida y la renovación. Cada diciembre, Noshe nada por ríos y lagos, esparciendo alegría y esperanza, iluminando caminos y llenando los hogares con la magia de la Navidad.
En la arena de lucha libre de la Ciudad de México, Axel “El Torbellino” brilla como un campeón inesperado. Este ajolote, con su máscara azul como el agua y escamas doradas, demuestra que hasta los más pequeños pueden alcanzar grandes sueños. Con movimientos rápidos y técnica impecable, Axel es un símbolo de perseverancia y valentía, inspirando a todos a enfrentar los desafíos con corazón y dedicación.
Tala, un ajolote adornado con diseños de Talavera, representa la unión entre la naturaleza y el arte. En los ríos de Puebla, Tala cuida de las plantas acuáticas que inspiran a los artesanos. Su cuerpo, decorado con patrones geométricos, flores y gotas de agua, simboliza cómo la tradición y la creatividad se entrelazan para embellecer el mundo.
Siempre al ritmo del ska, Skalo es el alma de las fiestas y el guardián de su comunidad. Con su carisma y lealtad, organiza eventos que llenan las calles de música y alegría. Skalo también protege a los más jóvenes, resolviendo problemas antes de que crezcan. Este ajolote demuestra que la música y la unión pueden fortalecer los lazos entre amigos y vecinos.
En los canales de Xochimilco, Lunara, un ajolote rosa, encuentra equilibrio y seguridad en su peculiar pijama negra. Este atuendo simboliza su viaje hacia la autoaceptación, reflejando la dualidad entre vulnerabilidad y fortaleza, luz y oscuridad. Cada noche, Lunara sueña con aventuras que le brindan confianza para enfrentar sus miedos, despertando con valentía y paz interior.
Cada uno de estos ajolotes representa un aspecto único de la cultura mexicana, combinando tradición, simbolismo y creatividad. ¡Síguenos para descubrir más historias en las próximas temporadas!